viernes, 6 de diciembre de 2013

"Y en la calle codo a codo, somos mucho más que dos"

 
¡Hola!

Con Emilia y Javier hacíamos  referencia al hcho de que, durante este curso, se formó una comunidad de aprendizaje, con lazos colaborativos sólidos. Y que sería interesante pensar cómo le logró. Así que me decidí a crear este post en mi blog para invitarlos a sumarse a analizar sobre la el cómo de la formación de esta comunidad.


¡A comentar se ha dicho!

5 comentarios:

  1. Iba a poner que va el primer ladrillo, pero mejor es "la primera molécula":

    Pienso que la propuesta didáctica del curso es central para lograr esa comunidad de aprendizaje. Lo primero, hay una intencionalidad explícita de provocar esa construcción colectiva del conocimiento, que actúa como un objetivo transversal. Esto parece obvio, pero a mí entender no lo es (podríamos haber visto el mismo contenido de otra forma). Acá hay una opción política.

    Segundo, hay una “operativización” de esta propuesta política: una forma de proponer el desarrollo de las actividades (la dinámica del curso), donde hay de manera “obligatoria” un trabajo individual, el compartir con los pares, un comentario que se recibe y una reelaboración de eso primero que hemos realizado. Por lo tanto, vemos que en el recorrido mismo propuesto lo individual y lo colectivo dialogan y se enriquecen.

    Lo tercero, la construcción “del encuadre” en el cual esas prácticas se desarrollan. Para mí las introducciones, las consignas, el transparentar porqué se pide algo, las ventajas de ese hacer en conjunto, van construyendo un “universo de sentido” con el cual dialogamos.

    Desde lo “obligatorio”, entonces, se garantiza un mínimo de intercambio, y éste genera un piso a partir del cual es posible “ir por más”, que en buena medida dependerá del grupo concreto que curse.

    Lo último, para mí, es cómo se para el docente y el rol que desempeña. Para mí algo muy significativo es que nosotros hicimos muchísimo, sin la “aparente” presencia del docente. Es decir, sin una presencia “omnipresente”. Nosotros tuvimos un rol central.

    Esto nos llama a pensar que el rol docente fue central en pensar la forma de “facilitar la reflexión sobre evaluación”. Y para ello hay que realmente conocer del tema, pues que hayamos formulamos preguntas (que hablan de nuestros intereses) y explicitado nuestra forma de evaluar y los criterios que usamos no es casual. Y que esas actividades se hayan vinculado con “herramientas” concretas como blogs, formularios, rúbricas y portfolios (y que las hayamos usado y pensado sobre ellas), tampoco es casual. Estas son decisiones de un docente. Más aún, la elección del material a leer y su significatividad es también una opción. En consecuencia, el rol docente ha sido clave, central, vital, y sin embargo muy diferente al que muchas veces tenemos.

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  2. Hola Javier... ahora por acá...
    Gracias por esta primera molécula!
    No voy a repetir todo aquello que comenté en tu blog... pero dejo el link (más abajo) para que estas reflexiones nos queden conectadas...
    Abrazo!
    Caro

    http://javieralcala.blogspot.com.ar/2013/12/creoque-las-reflexiones-sobre-el-curso.html

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    1. Hola Carolina, hola Javier. Muy de acuerdo con lo que decís, dar una base y dejar el camino para que el alumno vaya por más. En cierta medida yo trato de hacer eso planteando activides optativas pero me falla el registro, no se que tanto fueron por más y por lo tanto no tengo un modo de ir corrigiendo lo que hago. En los blogs, quedando las intervenciones, uno puede ver los avances.
      Hay un par de cosas que en estos cursos los profesores de CITEP tienen a favor y que nosotros no siempre tenemos. Una es el compromiso con el tema. Quien más quien menos no se anota en estos cursos solo por el diploma sino porque realmente quiere aprender a hacer algo. Y la otra creo que en muchos casos hay una base de conocimiento y experiencia de los alumnos sobre el tema a partir de la cual construir que no siempre se da en nuestras clases.
      Cosa dificil también: regular la presencia del docente para que los alumnos "hagan". Sobre todo cuando no depende solo de vos sino que tenés un grupo de docentes cumpliendo funciones similares en distintas comisiones.
      Como ven aprovecho el fin de semana para leer, tengo un pasivo de blogs y portfolios importante
      Saludos

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    2. Hola Alfredo!
      Como verás, no sos el único que pasea por acá los findes, jeje.
      Creo que, una vez más, hecés hincapié en un lugar bastante importante, el compromiso con el tema. Y destacás un tema no menor, el equipaje previo. Yo lo noto con mis alumnos, aquellos que son recursantes o que tienen una buena base de química (ya sea del CBC o de la escuela), generalmente trabajan diferente (no diría que más) pero sí más a conciencia, más entrelazado y grupalmente.
      Y el tema de tener más docentes en diferentes comisiones.... es complicado...
      Nos seguimos leyendo!
      Abrazos!
      Caro

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    3. Hola Alfredo, tenes razón en el interés que nos motiva a nosotros (como alumnos) y esa “ventaja”, no menor, que nosotros no tenemos. Acuerdo plenamente. Luego, en relación a los conocimientos y experiencias de los alumnos, no estoy tan de acuerdo. Creo que todos, como señalan Freire y Bruner (entre otros), tenemos saberes y experiencias. Esos conocimientos previos son los que posibilitan el aprendizaje. En ese sentido, ahí creo que hay que invertir el foco de la mirada y pensar qué hacemos nosotros para conocer esos conocimientos (a veces fragmentados, otras incoherentes) y desde ellos “andamiar” el aprendizaje hacia un conocimiento más riguroso y conceptual.
      Luego, en relación a las intervenciones del docente, creo que hay una tensión (que para mí no es un problema) que me invita a pensar. No creo que haya una receta y toda posición tiene sus potencialidades y debilidades. Sin embargo, me permito pensarme a mí mismo y el rol que voy tomando, para ser más conciente de qué rol ocupo y que facilito desde él y, tal vez, qué cosas obstaculizo (aún sin intención).
      Un gusto poder reflexionar junto a ustedes.

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